Magnífico edificio de Alberto Campo Baeza en Granada, Andalucía (España). El uso magistral del hormigón como solución integral de fachada, el enorme patio interior entorno al cual se desarrolla la distribución de oficinas, el recurso del mármol travertino en bruto como pavimento y la curiosa elección del alabastro como cerramiento traslúcido son los elementos más característicos de éste hito arquitectónico.
Está concebido como un cubo, modulado en su totalidad (3m) en cuya cubierta se abren una serie de lucernarios que crean la sensación de una caja de luces. El edificio se articula alrededor de un patio con cuatro columnas sustentantes de la cubierta que emulan el diámetro y la altura de las de la catedral de Granada, como un pequeño homenaje.
El espacio de entrada se comprime con una baja altura para, después de cruzar la primera crujía, llegar al patio que se alza con una altura descomunal que unida al desmesurado tamaño de los pilares (3.3 metros de diámetro) aporta una sensación monumental y onírica. El paramento de alabastro traslúcido se une a estos "efectos especiales".
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